Líquidos inflamables y combustibles, clasificaciones y características

La seguridad en el manejo de líquidos inflamables y combustibles es esencial en cualquier ámbito donde se manipulen o almacenen estos materiales. La normativa NFPA 30 establece las definiciones, características y tipos de los líquidos inflamables y combustibles, definiendo diferencias entre ellos y clasificándolos según su punto de inflamación, punto de ebullición y presión de vapor. Es importante comprender estos conceptos para aplicar la ciencia y la ingeniería en la protección y almacenamiento adecuado de los líquidos inflamables y combustibles, y así garantizar la seguridad en diferentes ámbitos, proteger la continuidad de los negocios y mitigar los riesgos de emergencias industriales.

Este contenido es parte de la capacitación Norma NFPA 30, código para líquidos inflamables y combustibles desarrollada por el especialista Julio Gutiérrez Casaperalta. Puedes pulsar el nombre de la capacitación y verla completa. 😉

¿Qué es un líquido combustible?

La normativa NFPA 30 define a un líquido combustible como aquel que tiene un punto de inflamación de copa cerrada igual o superior a 37,8 grados centígrados. Es decir, cualquier líquido que pueda generar la ignición o la inflamación al desprender vapores a una temperatura de 37,8 grados centígrados se considera un líquido combustible. 

¿Qué es un líquido inflamable?

Un líquido inflamable se define como aquel que tiene un punto de inflamación de copa cerrada por debajo de 37,8 grados centígrados. Los líquidos inflamables pueden encenderse con fuerza por debajo de los 37,8 °C.

Diferencias entre los líquidos inflamables y los líquidos combustibles

Para distinguir entre un líquido inflamable y uno combustible, es importante considerar que un líquido inflamable a temperatura ambiente desprende vapores que pueden hacerlo inflamable, mientras que un líquido combustible requiere primero de una elevación de temperatura para desprender vapores y llegar a la ignición. Es decir, la principal diferencia radica en la facilidad con la que pueden desprender vapores y así incendiarse.

Por lo tanto los líquidos inflamables y los combustibles tienen distintos procesos necesarios para su ignición, ya sea elevación de presión que haga desprender vapores o por la elevación de temperatura. 

Vaporización en los líquidos inflamables y combustibles

Es esencial tener en cuenta que para que exista fuego se requiere de tres componentes necesarios: el combustible, el oxígeno y el calor. El combustible puede encontrarse en cualquiera de los tres estados de la materia: sólido, líquido o gaseoso. Para que un material sólido encienda primero debe pasar por un proceso de pirólisis, que es su proceso de descomposición. Esto permite que desprenda vapor y se inicie una reacción química en cadena que lleva a la ignición.

En el caso de los líquidos, el proceso es diferente y se llama vaporización. Los vapores que se generan pueden encenderse según la presión del lugar donde se encuentren. Es importante tener en cuenta que las condiciones que determinan si un líquido es inflamable o combustible depende de cada caso en particular.

Ejemplos y comparación de líquidos inflamables y combustibles

En la forma en como funciona el motor de los vehículos podemos distinguir entre los líquidos inflamables y los líquidos combustibles.

Los líquidos inflamables se utilizan en motor de combustión interna, en los vehículos que utilizan gasolina. Este motor funciona mediante la compresión directa de los gases mezclada con la chispa generada por la bujía, lo que permite la explosión controlada y la combustión interna en el cilindro que impulsa el pistón y genera así el movimiento del motor del vehículo.

En el caso de los líquidos combustibles, se utiliza el ciclo diésel, donde primero se requiere elevar la temperatura para luego poder encender el combustible. Una vez que se ha logrado esto, se generan aerosoles internos que permiten la ignición. Para este proceso se utiliza una bomba de inyección.

El Diesel es un líquido combustible y la gasolina es un líquido inflamable en Todo Sobre Extintores

También existen diferentes clases de líquidos inflamables y combustibles, pero recuerda que los líquidos inflamables emiten vapores a temperatura ambiente que pueden llegar al punto de inflamación, por lo cuál en cierto modo son más riesgosos.

Es importante también comprender los conceptos de punto de inflamación, punto de ignición, punto de autoignición y punto de ebullición.

  • El punto de inflamación es la temperatura mínima necesaria para que un líquido se pueda vaporizar y se encienda.
  • El punto de ignición es la temperatura mínima necesaria para que el líquido pueda encenderse y seguir ardiendo por motivo de una fuente externa de ignición.
  • El punto de autoignición es la temperatura mínima necesaria para que un líquido combustible o inflamable pueda encenderse de forma espontánea sin necesidad de una fuente externa de ignición, como una llama o una chispa.
  • El punto de ebullición está relacionado con el cambio de fase, como cuando el agua cambia de líquido a gas, en el caso del agua la presión del líquido debe igualarse con la presión atmosférica para que ocurra el cambio de fase y pasar a un estado gaseoso.

Es importante comprender estos conceptos para aplicar la ciencia y la ingeniería en la protección y almacenamiento adecuado de los líquidos inflamables y combustibles. Esto es esencial comprenderlo para los especialistas contra incendio de estas materias y así logren proteger la continuidad de los negocios y mitigar los riesgos de emergencias industriales.

👨‍🏫 Cuando un líquido a temperatura ambiente desprende vapores que logren fenómenos como lo es una deflagración o una explosión podemos considerarlo un líquido inflamable, mientras que en los líquidos combustibles es necesario primero elevar la temperatura para que este pueda desprender vapores

Clases de líquidos inflamables y combustibles

Para que un líquido inflamable logre su punto de inflamación su vapor debe mezclarse adecuadamente con el oxígeno presente en al aire y ser expuesto a una fuente de ignición, a continuación sus clases y divisiones:

  • Líquidos inflamables del tipo IA: aquellos líquidos que su punto de inflamación varía entre -17 °C y 22.8 °C igual que los líquidos del tipo IB, pero su punto de ebullición es menor a 37.8 °C.
  • Líquidos inflamables del tipo IB: el punto de inflamación de estos líquidos se encuentra entre -17 °C y 22.8 °C al igual que los líquidos del tipo IA, pero se diferencian de estos porque el punto de ebullición es mayor a 37.8 °C.
  • Líquidos inflamables del tipo IC: en estos líquidos su punto de inflamación se encuentra entre 22.8° C y 37.8° C como es el caso de xileno, el benceno o el tolueno, estos líquidos son muy peligrosos debido a su alta inflamabilidad.

Y para que un líquido sea considerado líquido combustible primero se necesita elevar la temperatura para que se desprendan vapores y así se logre la combustión como el caso del diesel, a continuación sus clasificaciones:

  • Líquidos combustibles del tipo II: aquellos líquidos en los que su punto de inflamación se encuentra entre los 37.8 grados centígrados hasta los 60 °C, como la turbosina (combustible para aviones).
  • Líquidos combustibles del tipo IIIA: aquellos líquidos que se tiene que elevar la temperatura entre 60 °C hasta 93.3 °C para lograr encenderse, como es el caso del aceite de pino.
  • Líquidos combustibles del tipo IIIB: aquellos líquidos que su punto de inflamación están por encima de 93.3 °C como el caso del aceite lubricante de motor.
Clasifiación de los líquidos inflamables y los líquidos combustibles, clases de líquidos combustibles e inflamables

Actualización de la normativa sobre los líquidos incendiables

Sabemos que los cambios de temperatura y cambios de presión alteran las propiedades de los líquidos inflamables y combustibles, aquí recae la importancia de conocer las características específicas de cada líquido para entender su clasificación y los riesgos asociados.

Y es que, incluso si un líquido no requiere una temperatura muy alta para encenderse, aún presenta riesgos y debe ser manejado con precaución. Por ejemplo, el aceite lubricante del motor necesita alcanzar una temperatura de alrededor de 100 grados centígrados para emitir vapores lo suficientemente inflamables como para encenderse.

La normativa actual incluye cambios importantes en la clasificación de líquidos inflamables y combustibles, y ahora se definen los líquidos incendiables que son aquellos que pueden encenderse en diferentes condiciones de tiempo, temperatura y presión atmosférica. Por ejemplo, aunque el diésel no se considera un líquido inflamable, puede encenderse en ciertas condiciones, por lo que sigue siendo peligroso y requiere precaución.

“Entonces si soy bombero y debo atender un derrame de diésel no tengo problema en atender la emergencia sin ningún equipo de protección personal porque el punto de inflamación del diésel no se encuentra a temperatura ambiente” y esto es lo que no se quiere que se interprete en la norma, es por esto que ahora se mencionan a los líquidos incendiables.

Además, algunos otros líquidos inflamables tienen un punto de inflamación muy bajo, como menos cuarenta grados centígrados y también deben tener una presión de vapor de menos de 246 kilos pascales para ser considerados líquidos inflamables. El GLP es un ejemplo de un gas que se licúa cuando se presuriza y puede clasificarse como líquido inflamable o combustible según la presión ejercida.

Por todo esto es esencial comprender la relación entre el punto de inflamación, el punto de ebullición y la presión de vapor para clasificar correctamente los líquidos inflamables y combustibles y comprender los riesgos asociados con cada uno de ellos.

Igualmente los líquidos inflamables pueden tener un punto de inflamación muy bajo, incluso menos de cuarenta grados centígrados y además deben tener una presión de vapor Reid menor a 246 kilopascales para ser considerados líquidos inflamables.

Si un líquido tiene una presión de vapor mayor a 246 kilopascales, ya no se considera inflamable. El GLP, por ejemplo, es un gas que se licúa al ser presurizado y puede convertirse en un líquido. Sin embargo, al liberar presión, vuelve a ser un gas.

Es importante entender cómo se relacionan el punto de inflamación, el punto de ebullición y la presión de vapor para clasificar correctamente los líquidos inflamables y combustibles. Por lo tanto, es esencial valorar estas condiciones para comprender la clasificación de cada líquido.

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Autor especialista:
Julio Enrique Gutiérrez Casaperalta

Ingeniero químico con especialidad en seguridad química y respuesta emergencia – Instructor NFPA 1041 Proboard – Representante de RESEOPER